Opinión
El traidor más grande que ha tenido la patria
Las promesas incumplidas por el expresidente Alejandro Giammattei siguen afectando a la población guatemalteca, a pesar de que dejó el poder hace dos meses. Eso le garantiza una curul en el noveno circulo del infierno de Dante.

“Cero baches, ya conocemos las carreteras” y no ser recordado como un mal presidente, son promesas, de las muchas que no cumplió el ahora diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), Alejandro Giammattei. Llegó a este también faltando a otra promesa de campaña: sacar a Guatemala de esta organización regional que no trae nada bueno al país, más que dinero perdido en aportaciones y salarios para los parlamentarios.
Estas son dos de las muchas promesas que no cumplió durante su gobierno. Pero ¿cuál es el objetivo de traer a la memoria a este expresidente, si lo soportamos durante cuatro años? Pues que de la promesa de “cero baches”, la semana pasada, mientras me dirigía a mis labores caí en un bache mientras conducía mi motocicleta, situación que hizo que se descompusiera mi medio de transporte.
Muletas, aro, monoshock y cárter de motor, fueron las piezas dañadas de la motocicleta. Otros gastos fueron el día de trabajo que perdí, la mano de obra del mecánico y demás insumos, así como el aceite de la moto; además del servicio que tuve que hacerle a la motocicleta que me prestaron para ir al trabajo al día siguiente.
En cada galón de gasolina van dos impuestos directos que nos recargan a los consumidores finales, pero carreteras en buen estado no tenemos.
Mas de Q1 mil que no tengo, que tuve que prestar y que ahora debo; pero mi moto tiene el impuesto de circulación al día, de lo contrario me multan. En cada galón de gasolina van dos impuestos directos que nos recargan a los consumidores finales, pero carreteras en buen estado no tenemos.
Vivimos en un Estado donde nos multan por no tener un documento en orden, pero no podemos demandar si algo nos sucede y cuando la responsabilidad es de las autoridades. Lo mío no paso de lo material, pero ¿qué pasa con aquellos que perdieron familiares? No solo por el mal manejo de pandemia (aunque por ser médico debió hacerlo mil veces mejor de lo que hizo) sino también de aquellos que a consecuencia de su mal manejo en seguridad perdieron familiares por la violencia, quienes tienen que cerrar su negocio a consecuencia de las extorciones, quienes tienen que ver con impotencia como pierden sus propiedades, viendo como el esfuerzo se va como agua entre las manos.
La desnutrición se incrementó y nuestros niños siguen muriendo de hambre, pero el que no quería ser recordado como un vástago de meretriz, ahora será recordado como el traidor más grande que ha tenido la patria, dispuesto incluso a golpear al Estado con tal de mantenerse en el poder. Sé que tiene desde ya ganada una curul en el noveno circulo del infierno de Dante, lugar al cual llegará porque “a todo coche le llega su sábado”.
Goce de cuatro años de impunidad robando en el Parlacen que prometió destruir, no tenemos prisa. Tarde o temprano lo veremos caer.