Universidad
Oasis en la Usac: agua y vida saludable para los universitarios
Desde hace cinco años, el Departamento de Gestión Ambiental de la Universidad de San Carlos de Guatemala inició el proyecto “Agua y vida saludable”, el cual consiste en la instalación de bebederos en puntos estratégicos del campus central y del Centro Universitario Metropolitano (CUM), para el servicio de la comunidad universitaria.

Los oasis, como se les conoce a estos dispositivos, son filtros de agua pura completamente potable y segura que funcionan de forma automática por medio de un sensor infrarrojo que evita que se derrame el líquido vital, y cuentan con un dispensador y un bebedero. El proyecto inició en 2019, pero debido a la suspensión de actividades presenciales durante los últimos cuatro años, no ha crecido como se tenía proyectado inicialmente. De momento, hay 30 oasis ubicados en puntos estratégicos del campus central y cuatro en el CUM.
Cada descarga del bebedero dispensa un aproximado de 425 mililitros de agua purificada y fría, el equivalente a un cuarto de litro (medio pachón de medio litro). Cada descarga se mide por la fuerza de bombeo, lo cual puede variar según la calibración y la presión del agua que surta cada aparato.
Los oasis llevan un control diario de limpieza, mantenimiento y desinfección para que estén siempre listos para su uso.
Juan Francisco de León Bran, encargado del proyecto de los oasis, explica que el proceso consta de seis etapas para el mantenimiento de cada filtro: la eliminación de sedimentos de cal o piedra; el MESO, que se encarga de la eliminación de metales pesados altamente tóxicos; el precarbono, que elimina olores y sabores del líquido; la ultrafiltración, que elimina bacterias, virus, parásitos; y el postcarbono, que asegura el sabor natural del agua. “Se tiene que cumplir con todos estos requisitos para que se pueda consumir el agua”, indica.

El cambio del sistema de filtro se realiza de forma preventiva, antes de los diez mil litros de agua. La empresa responsable de cambiar los filtros toma muestras microbiológicas pre y post. Asimismo, los revisan de manera electrónica para que no presenten ningún fallo, y se encargan de quitar el sarro acumulado.
Se debe cumplir con la norma COGUANOR 29001, la cual establece que toda el agua para consumo humano debe ser potable y cumplir las especificaciones y protocolos de salubridad.
De León lamenta que los bebederos no siempre son utilizados de manera adecuada. «En muchas ocasiones al limpiar los oasis encuentran restos de restos de pasta dental, residuos de comida y jabón antibacterial, lo cual contaminan el agua y obstruyen sus conductos. Algunas personas creen que es un lavamanos y eso perjudica al sistema de llenado, ya que tapa los drenajes».
Los bebedores más utilizados son los instalados en las facultades de Ciencias Económicas e Ingeniería, las unidades académicas con mayor cantidad de estudiantes.
Sory Cuellar, estudiante de Ingeniería Civil, evita consumir agua de los bebedores porque desconoce si se les da un mantenimiento adecuado a los filtros. Prefiere llevar su pachón de agua lleno desde su hogar o compra si es necesario.
Además de ofrecer agua potable, sana y fría para que los universitarios se puedan hidratar de manera segura sin incurrir en gastos, el proyecto de los oasis también pretende reducir el uso de recipientes plásticos como botellas y bolsas dentro de las instalaciones universitarias.
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y la Escuela de Ciencias de la Comunicación, están satisfechos con el servicio del agua purificada, ya que pueden hidratarse en cualquier momento; el agua es fría, de esta manera también ahorran al estar comprando botellas de agua fría.
De León asegura que a mediados de abril se estará realizando el cambio de todos los filtros por parte de la empresa proveedora.