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Alertan sobre daño irreversible a biodiversidad del lago de Atitlán
Al menos 214 jaulas acuícolas utilizadas para la cría intensiva de tilapia han sido instaladas sin autorización en las aguas del lago Atitlán, lo que supone un riesgo latente que podría causar daños irreversibles a la biodiversidad de ese cuerpo de agua, informó el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).
La presencia de las jaulas flotantes para la cría de tilapia —un pez de agua dulce originario de África— ha sido ampliamente rechazada por las autoridades mayas Tz’utujiles, ambientales y municipales de Sololá debido a su impacto negativo en el ecosistema del lago.
Un reporte técnico de la Comisión Departamental de Medio Ambiente (Codema) del Sistema de Consejos de Desarrollo (Siscode), señala que desde 2016 la crianza de tilapia en el lago “representa una amenaza ambiental por la introducción de especies exóticas y el uso de concentrados para alimentación que contaminan el agua”.
Aunque el cultivo de tilapia fue promovido por el Estado hace más de dos décadas, en 1997 el lago de Atitlán fue declarado área protegida, con lo cual se prohibió expresamente la introducción de especies exóticas.

Pobladores de Santiago Atitlán y municipios aledaños se reunieron el pasado 23 de abril. Foto: PDH
Sin embargo, a pesar de esto el negocio de acuicultura ha sido sostenido por al menos 11 familias, las cuales operan de manera continua desde hace dos décadas sin la autorización vigente por parte de las autoridades rectoras.
Denuncia ante el MP
El Conap presentó una denuncia formal ante el Ministerio Público (MP) el 15 de abril, en la cual argumentó que esta actividad está prohibida dentro del área protegida que constituye la cuenca del lago de Atitlán y que representa el peligro de afectar gravemente la biodiversidad del lugar.
A través de un comunicado, el Conap reiteró su disposición de colaborar con el MP, la comunidad de Santiago Atitlán y otras organizaciones para la investigación y retiro de dichas jaulas acuícolas.
Asimismo, derivado de una serie de inspecciones impulsadas por la presión comunitaria, el 22 de abril se acordó dar un plazo de 72 horas a los propietarios para que retiren las jaulas voluntariamente.
Según la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), el acuerdo fue alcanzado luego de una asamblea llevada a cabo en Santiago Atitlán, que tuvo la participación de autoridades ancestrales, representantes del MP, funcionarios municipales y la Procuraduría.
El proceso fue tenso, pues durante la reunión algunos productores manifestaron su negativa a retirar las jaulas, con el argumento de que tienen “derechos adquiridos” y que tendrán pérdidas económicas.
Integrantes del pueblo maya tz’utujil se oponen a la crianza intensiva de tilapia en el lago de Atitlán. Foto: PDH

Incluso se reportaron amenazas de conflicto si las jaulas eran removidas por la fuerza, lo que llevó a reforzar la vigilancia en los puntos intervenidos.
Se calcula que las jaulas ocupan más de tres mil 500 metros cuadrados en el lago y contienen al menos un millón de peces.
Informes comunitarios indican que esta actividad ha incrementado la contaminación del lago, afecta la salud de los habitantes y genera enfermedades asociadas al consumo de agua contaminada.
Más denuncias
El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), informó mediante un comunicado que el viernes 25 de abril presentó denuncias ante los juzgados de Asuntos Municipales de los municipios de Santiago Atitlán, San Pedro La Laguna, San Antonio Palopó y San Lucas Tolimán.
El objetivo del MARN es facilitar la vía legal para el retiro de las jaulas de producción de tilapias en esos municipios.
Enfatizó que esta especie de pez tiende a desplazar a las especies nativa, lo que afectaría severamente el lago.
“La introducción y cultivo de tilapia en nuestros cuerpos de agua está prohibida por la legislación guatemalteca. El MARN ha emitido opiniones técnicas desfavorables ante las solicitudes de permisos ambientales por parte de productores de tilapia en el lago de Atitlán”, precisa el documento.
