Universidad
La USAC promueve la salud sexual sin estigmas
- Por medio delPrograma de Promoción e Información en Estilos de Vida Saludable (PIVS), la Universidad de San Carlos de Guatemala coadyuva con una certera orientación en la materia.
En el corazón de la Universidad de San Carlos de Guatemala, entre aulas, laboratorios y oficinas, hay un espacio donde hablar de salud sexual no es tabú, y hacerse la prueba del Virus de Inmunodeficiencia Humana es un acto de autocuidado. Se trata del Programa de Promoción e Información en Estilos de Vida Saludable (PIVS), que desde mayo de 2011 ofrece el análisis de tamizaje para VIH, gratuito, confidencial y acompañado.
“No tiene costo gracias al apoyo del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y de la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana (SE-COMISCA), pues donan los insumos”, explica Loida Ramírez, encargada del área de pedagogía del PIVS. “Antes de la pandemia, el laboratorio clínico de la Unidad de Salud compraba anualmente 200 pruebas. Pero con la emergencia sanitaria, ese fondo se perdió y desde entonces hemos dependido de las instituciones mencionadas”, añade.
Para ella, el acceso gratuito y confidencial a estas pruebas es clave para combatir los prejuicios que persisten en torno del VIH. Pero no es una lucha exclusiva de la USAC: en el ámbito nacional, otras instituciones también se esfuerzan por informar y educar. Tal es el caso de la Línea 1540, el único servicio telefónico anónimo y confidencial que asesora a la población guatemalteca sobre infecciones de transmisión sexual, VIH y sida.

Según Adriana Alvarado, coordinadora de comunicación de esta línea, aproximadamente un 96 % de los casos de infección se deben a prácticas sexuales sin preservativo, mientras que el 4 % restante está relacionado con transmisión vertical, uso compartido de agujas o transfusiones.
Alvarado añade: “En Guatemala, la prevalencia es del 0.58 %, lo que significa que, para hallar un caso positivo deben realizarse por lo menos 200 pruebas. Con cada jornada masiva como las que realiza la USAC, es probable que se detecten dos o tres personas que necesiten una prueba confirmatoria”.
Este servicio no solo es para estudiantes, docentes y personal administrativo, sino que también está abierto a toda persona interesada, aunque no pertenezca a la comunidad universitaria. El único requisito es ser mayor de edad; si se trata de alguien menor, debe presentar la autorización de un tutor legal y su partida de nacimiento.

Proceso integral y humano
Todo se inicia con una preorientación en la oficina del PIVS, donde se desarrolla una entrevista confidencial y se llena una ficha clínica avalada por el MSPAS. Luego, la persona firma un consentimiento informado, y se le refiere al laboratorio clínico de la Unidad de Salud para la toma de muestra. Finalmente, en la etapa de postorientación, se entrega el resultado con una guía: si es negativo, se resuelven dudas básicas; si es positivo, se brinda respaldo emocional, se explica que se trata de un resultado preliminar y se remite a la Unidad de Atención Integral (UAI) para una prueba confirmatoria y tratamiento.
“No hacemos pruebas confirmatorias, solo tamizajes”, aclara Ramírez. “Pero damos acompañamiento a quienes lo deseen, incluso cuando deben trasladarse a una UAI. Les indicamos que pueden llevar una vida completamente normal con el tratamiento adecuado”.
La importancia de estas pruebas se respalda en el Decreto 27-2000, Ley General para el Combate del VIH y SIDA, que declara esta infección como un problema social de urgencia nacional y establece el deber del Estado de implementar acciones de prevención, atención y vigilancia epidemiológica. La normativa garantiza el respeto y la protección de los derechos humanos de quienes viven con VIH.
El servicio es de lunes a viernes, de 8:00 a 8:30 a. m. y de 2:30 a 3:30 p. m. Además, el equipo organiza jornadas móviles llamadas “Hazte la Prueba”, que se llevan a cabo en distintas facultades con apoyo del Ministerio de Salud, SE-COMISCA, el Colectivo Amigos Contra el Sida (CAS) y el laboratorio clínico universitario.

En febrero de este año, por ejemplo, 118 personas participaron en la jornada en la Facultad de Arquitectura, y en abril, 95 más acudieron a la de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia.
“De forma regular, atendemos entre cinco a diez personas al mes”, precisa Ramírez, pero en las jornadas masivas, los números crecen. Eso, a criterio de los expertos, confirma que la gente está interesada en cuidarse, solo necesita un espacio seguro y accesible para hacerlo.
PIVS también ofrece 14 talleres sobre salud integral, que abarcan desde sexualidad responsable, inteligencia emocional y manejo del estrés, hasta autoestima, organización del tiempo y prevención del acoso sexual.

Quienes deseen más información pueden acercarse a la oficina del PIVS, en el tercer piso del edificio Bienestar Estudiantil, o comunicarse a través de la página de Facebook “PIVS USAC”.
Diagnósticos tardíos
Un análisis del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social revela que el 46 % de los casos nuevos en 2024 se detectaron en etapa avanzada, lo que indica que muchas personas desconocen su estado serológico hasta manifestar síntomas graves.
Asimismo, la organización AHF Guatemala alertó que gran parte de estas nuevas infecciones se concentran en hombres jóvenes (15 a 49 años), quienes representan entre el 77 % y 82 % de los casos, y que los brotes se agravan debido a brechas en la prevención y el estigma que limita el acceso temprano a pruebas y tratamientos. En respuesta, en marzo de 2025 el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) reportó que unos 35 000 guatemaltecos viven con VIH y que el 72 % está en tratamiento antirretroviral, lo que subraya la importancia de ampliar las pruebas tempranas y reducir los diagnósticos en etapas avanzadas.
