Universidad
AESDI: Un escudo contra la discriminación en la USAC
En la Universidad de San Carlos (USAC), la lucha contra la discriminación hacia la comunidad LGBTIQ+ ha tomado fuerza gracias a la Asociación de Estudiantes San Carlistas de la Diversidad (AESDI). Desde su creación en 2019, AESDI ha sido un pilar de apoyo y defensa para los estudiantes que enfrentan discriminación por su orientación sexual. A pesar de los avances, la discriminación persiste, y el apoyo institucional sigue siendo insuficiente.
La Universidad de San Carlos (USAC) cuenta con una asociación que trabaja activamente en la defensa de los derechos de los estudiantes LGBTIQ+. La Asociación de Estudiantes San Carlistas de la Diversidad (AESDI) nació en 2017, impulsada por un estudiante de arquitectura, con el propósito de llenar el vacío de representación y protección de los estudiantes que forman parte de la comunidad LGBTIQ dentro de la universidad. En agosto de 2019, la AESDI fue reconocida oficialmente como una asociación académica, al igual que otras dentro de la USAC.
“AESDI se enfoca en áreas como las carencias académicas, la salud, las tesis, las diferencias de género, capacitaciones virtuales, talleres, conferencias y mucho más, en beneficio de los estudiantes y de toda la comunidad LGBTIQ”, afirmó Jim Estrada, uno de los fundadores de la asociación. “No existe ninguna regla dentro de la universidad que restrinja la participación de estudiantes LGBTIQ en las unidades académicas”, agregó.
La unidad de Bienestar Estudiantil tiene una oficina para la atención a estudiantes con discapacidad, desde donde se ofrece apoyo como intérpretes y material en braille. De manera similar, AESDI colabora con estudiantes que han sufrido discriminación por su orientación sexual. Actualmente, la AESDI no cuenta con una oficina física y recibe denuncias a través de sus redes sociales.
Antes de 2019, no existían servicios formales de protección para la comunidad LGBTIQ en la USAC. Según datos recientes, en los primeros seis meses de este año, 18 personas de la comunidad LGBTIQ+ en Guatemala fueron víctimas de crímenes de odio relacionados con la homofobia y la transfobia.
El proceso de denuncia por discriminación en la USAC, gestionado por AESDI, comienza con la recepción de la queja. Luego, la asociación contacta al denunciante y al denunciado, y se busca establecer un vínculo con la administración académica correspondiente. Si la administración está abierta a colaborar, se puede imponer una sanción sin dificultad. De lo contrario, se recurre a la asociación estudiantil de la unidad académica para mediar. El objetivo es reunir al victimario y a la víctima para llegar a un consenso mutuo.
“El trabajo de AESDI es acercarse a otras asociaciones para abrir espacios, crear conversatorios y talleres acerca de la diversidad sexual y de género, igualdad de derechos y educación sexual dentro de las unidades académicas. Ha sido un arduo trabajo de AESDI junto a otras asociaciones y colectivos para hacer justicia”, aseguró Maryerlin Mijangos, secretaria general de la asociación.
Maryerlin también compartió su experiencia personal y la de otros miembros de AESDI, quienes han sufrido violencia dentro de la universidad. “Se han conocido casos de docentes que han sido violentados por parte de alumnos, de docente a docente y por parte de la administración también”, agregó Mijangos. Sebastián Velásquez, miembro activo de AESDI, también relató su experiencia como persona LGBTIQ visible: “Soy una persona LGBTIQ muy visible porque me gusta hablar de lo que a mí me gusta. Estudié sociología en género y etnia y he sufrido discriminación por los temas que hablo, porque siempre me han dicho que no hable de eso porque no es el momento”.
La discriminación dentro de la USAC se manifiesta de diversas maneras, desde represalias por hablar o expresar preferencias de género, hasta casos de homofobia estructural en las unidades académicas. Los registros de AESDI incluyen denuncias desde los salones de clase, conflictos con la administración, y violencia de docente a alumno, y de docente a docente. Los campus donde se han presentado estos conflictos incluyen el campus central, el Centro Universitario Metropolitano, el Paraninfo, Cunoc y Cunoroc.
AESDI también ha trabajado en colaboración con unidades académicas que han mostrado disposición para sancionar a estudiantes involucrados en actos de discriminación. Un ejemplo de esto ocurrió en la unidad de Ciencias Psicológicas, donde directivos trabajaron con AESDI para resolver un caso de discriminación que resultó en una sanción para estudiantes que habían violentado a una compañera perteneciente a la comunidad LGBTIQ.
En Guatemala, la falta de una ley que proteja específicamente a las personas LGBTIQ sigue siendo un obstáculo. Sin embargo, la psicóloga Xiomara Solórzano explica que es posible denunciar casos de hostigamiento y acoso laboral en el Ministerio Público, dependiendo de la gravedad de la situación. Solórzano enfatiza que la mayor parte de la discriminación contra miembros de la comunidad LGBTIQ está motivada por cuestiones religiosas y tabús sociales. “El límite en muchos y la mayoría de los casos para detener la discriminación es denunciar y educar a la población a respetar las diferentes creencias y preferencias”, afirmó.
El 15 de agosto de 2013, Guatemala, junto con 37 países más, adoptó el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, un acuerdo crucial en la protección de los derechos reproductivos, la igualdad de género y los derechos de la comunidad LGBTQ+. A pesar de ello, sin una legislación nacional que respalde estas protecciones, la lucha contra la discriminación en la USAC sigue dependiendo del esfuerzo colectivo de asociaciones como AESDI.
AESDI espera que cada vez más personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ se visibilicen dentro de la universidad y que la administración de la USAC se involucre activamente en la promoción de actividades que favorezcan el bienestar de esta comunidad. Además, Solórzano destaca la importancia de que las víctimas de discriminación busquen apoyo en centros de salud, municipales u organizaciones que trabajen profesionalmente para ayudarlas a superar estos desafíos.