Universidad
Simulacro de evacuación sísmica en el CUM
El Centro Universitario Metropolitano (CUM) demostró su compromiso con la seguridad de su comunidad al llevar a cabo un masivo simulacro de evacuación por sismos. Con la participación de estudiantes, docentes y personal administrativo, este ejercicio fortaleció los procedimientos de emergencia y resaltó la importancia de estar preparados en un país propenso a los terremotos.
El pasado jueves 29 de agosto, el Centro Universitario Metropolitano (CUM) fue el escenario de un importante simulacro de evacuación por sismos, en el que participaron estudiantes, docentes y personal administrativo. El objetivo principal fue reforzar los procedimientos de seguridad en caso de un temblor o terremoto en Guatemala, un país donde los movimientos sísmicos son una constante amenaza.
Este ejercicio, organizado por la Dirección de Extensión y la Coordinación de Gestión de Riesgo de la Universidad de San Carlos de Guatemala, respondió al acta No. 01-2018, punto 7.2, del Consejo Superior Universitario, que establece la realización de actividades orientadas a proteger a los estudiantes en situaciones de emergencia sísmica.
La preparación para este evento se extendió a lo largo de tres semanas, tiempo durante el cual se informó a la comunidad estudiantil del CUM sobre el simulacro, se ajustaron horarios con los docentes y se reprogramaron algunos trámites administrativos para facilitar la participación masiva. Este fue el segundo simulacro realizado en el CUM durante el año, el primero habiéndose llevado a cabo el 23 de febrero.
Junior Ajché, Coordinador de Gestión de Riesgo de la Facultad de Ciencias Médicas, reveló que en este simulacro participaron los edificios B, C, D y E, logrando evacuar a 1,189 estudiantes, mientras que 112 personas no participaron. El tiempo promedio de evacuación fue de cinco minutos, un tiempo que refleja el creciente interés de los estudiantes en este tipo de actividades preventivas.
La Cruz Roja Guatemalteca estuvo presente para apoyar y observar el simulacro. «Uno de los principales retos siempre es la logística, ya que tienen que participar varias unidades e instituciones para trabajar de manera simultánea», comentó Junior Ajché, destacando la complejidad de coordinar un evento de esta magnitud.
Cada edificio contaba con una persona encargada de mantener el orden y de contabilizar a las personas que no evacuaron durante el simulacro. Estas personas se encargaron de investigar las razones por las cuales algunos estudiantes y empleados no abandonaron los salones de clase o las oficinas durante la alarma sísmica. «Muchos estudiantes fueron participativos y ordenados a la hora de salir, al igual que los docentes; la verdad es que hubo mucho apoyo, y en caso de un siniestro, estamos mejor preparados», señaló Lester Martínez, uno de los organizadores.
Leticia Quiroa, estudiante de primer año de Medicina, destacó la importancia de estos simulacros para los alumnos, quienes desde inicios de año reciben formación sobre cómo actuar en caso de un temblor. «Es correcto que nosotros acá también hagamos estas actividades, porque un temblor no ocurre solo en ciertas zonas de la ciudad o en algunos campus universitarios. Como futuros médicos, también podemos usar esto para enseñar a nuestros pacientes cómo deben evacuar», expresó Quiroa.
Guatemala, al ser un país altamente sísmico, requiere que su población esté preparada para enfrentar posibles movimientos telúricos fuertes. Estos simulacros no solo buscan ordenar a estudiantes y trabajadores para que sepan qué hacer y a dónde ir para salvar sus vidas, sino que también refuerzan la cultura de prevención en una nación donde la tierra tiembla con frecuencia.