El autopago en supermercados guatemaltecos, ¿eficiencia o amenaza?

En Guatemala, las cadenas de supermercados Paiz, Walmart y Maxidespensa han introducido una nueva modalidad de autopago en sus establecimientos. Esta innovación consiste en estaciones de autoservicio donde los compradores pueden realizar todo el proceso de pago sin necesidad de interactuar con un cajero. Los clientes deben colocar sus productos en la bandeja, escanear el código de barras y realizar el pago directamente en la máquina, ya sea con efectivo o tarjeta.

Aunque el sistema promete agilizar el proceso de compra y reducir costos operativos, su implementación ha generado preocupación por su impacto en el empleo. Según el Banco Mundial, la tasa de desempleo en Guatemala es del 2.5% en 2024, pero este número podría aumentar si la automatización se extiende a otros supermercados del país.

Ilvis López, gerente general de Super Tiendas Paiz Utatlán, una de las tiendas que ya ha implementado esta modalidad, compartió que aunque las cajas de autopago han traído beneficios en términos de eficiencia, también han tenido consecuencias negativas en el empleo. «Antes de la implementación, teníamos 10 cajeros trabajando en cinco cajas. Con la llegada del autopago, despedimos a siete empleados, dejando solo tres cajeros para supervisar tres estaciones de autopago», explicó López.

El ahorro para la tienda es significativo. «Hemos reducido los costos salariales en un 40%, incluyendo salarios y prestaciones. Además, nos hemos ahorrado el pago de horas extras y salarios por días feriados», añadió López. Sin embargo, este avance tecnológico no es accesible para todos los clientes. «Muchos de nuestros visitantes, especialmente los de la tercera edad, no se sienten cómodos usando estas máquinas, por lo que seguimos manteniendo una caja tradicional para ellos», dijo.

La implementación de las cajas de autopago también ha generado incertidumbre entre los empleados restantes. Berna Oliva, quien lleva 20 años trabajando para Paiz, expresó su preocupación por el futuro de su empleo. «Mi trabajo está en riesgo cada día. Soy el único sostén de mi hogar y debo pagar la renta y la educación de mis hijos. A pesar de la amenaza, trato de ver el lado positivo y ayudar a los clientes que no saben usar las máquinas», comentó Oliva.

Además, los problemas técnicos o la falta de familiaridad con el sistema obligan a los clientes a hacer largas filas en la única caja tradicional habilitada. En reuniones internas, Walmart ha comunicado que su objetivo a nivel nacional es eliminar gradualmente la mayoría de los puestos de trabajo en el área de cajas, manteniendo solo las posiciones de colocación de productos, carnicería, gerencia y subgerencia en cada tienda.

Esto plantea una pregunta crucial para el futuro de las compras en Guatemala: ¿será necesario que todos los clientes aprendan a utilizar las cajas de autopago, o habrá lugar para la intervención humana en un sector cada vez más automatizado?