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Eficacia y libertad con métodos anticonceptivos modernos
En una era donde la tecnología y la medicina avanzan a pasos agigantados, la planificación familiar ha experimentado una verdadera revolución. Métodos anticonceptivos modernos como los dispositivos intrauterinos hormonales y aplicaciones de monitoreo de fertilidad no solo prometen eficacia, sino también una autonomía sin precedentes para las mujeres en su salud reproductiva.
Los avances médicos han revolucionado los métodos anticonceptivos, transformando la manera en que las personas gestionan su salud reproductiva. Desde dispositivos intrauterinos de última generación hasta aplicaciones móviles que monitorean la fertilidad, estos métodos ofrecen no solo eficacia, sino también libertad para tomar decisiones informadas sobre la planificación familiar.
La evolución de los métodos anticonceptivos ha sido constante. Las primeras pastillas anticonceptivas orales se desarrollaron en la década de 1950 y se introdujeron en Estados Unidos en 1960. La Organización Mundial de la Salud (OMS) determina que el uso de anticonceptivos promueve el derecho humano a decidir el número de hijos y el intervalo entre sus nacimientos. En 2022, la prevalencia mundial de cualquier método anticonceptivo se estimaba en 65%, y la de los métodos modernos en 58.7% para mujeres casadas o en una unión.
Ana Christa Sun Samayoa, médica y cirujana graduada en la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala, con especialidad en Ginecología y Obstetricia, comenta que los métodos anticonceptivos más modernos incluyen dispositivos intrauterinos (DIU) hormonales, como aquellos basados en Levonorgestrel. Estos dispositivos, como el Mirena y el Jaydess, se colocan dentro del útero y liberan hormonas que previenen la fertilización del óvulo. El Mirena, por ejemplo, es muy efectivo, con solo un embarazo entre 100 pacientes que lo usan.
Estos dispositivos, similares a un objeto de plástico recubierto con un hilo de cobre, se colocan dentro del útero y provocan cambios que impiden que el espermatozoide fecunde el óvulo. Según Aprofam, un DIU es un pequeño dispositivo flexible en forma de “T” recubierto con alambre de cobre que produce una reacción en el útero que impide la fecundación del óvulo.
Entre los dispositivos intrauterinos se encuentran el Mirena (Q3,500.00) y el Jaydess (Q2,500.00), que son algunos de los más efectivos. También existen la T de Cobre (Q1,500.00) y la T de Plata (Q1,200.00), aunque estos últimos no ofrecen tanto control y pueden provocar un aumento en los cólicos, según explica la ginecóloga Christa Samayoa.
“El más efectivo es el Mirena, porque aparte de tener buena eficacia en las pacientes, solo existe la posibilidad de un embarazo entre 100 pacientes”, confirma Christa. Este dispositivo puede permanecer hasta cinco años en el útero y, si se desea planificar un embarazo a los tres años, solo se retira y las pacientes pueden quedar embarazadas en un mes. Su forma de liberación del Levonorgestrel produce un cambio en el endometrio y despeja el moco cervical, sin efectos secundarios significativos.
La ginecóloga resalta que este tipo de método no afecta el control del peso ni provoca cambios de humor, ya que su efecto es a nivel intrauterino. Al contrario, el Mirena se utiliza a veces como tratamiento para el dolor menstrual, endometriosis o fibromas, debido a que adelgaza el endometrio y reduce el dolor menstrual.
Funcionamiento y eficacia
Según la ginecóloga Virginia Alvarado, todos los dispositivos intrauterinos (DIUs) hormonales usan progestina para prevenir el embarazo y tratar periodos dolorosos. La progestina es una forma sintética y segura de una hormona llamada progesterona, que el cuerpo produce de manera natural.
El Jaydess, por ejemplo, es un sistema de liberación intrauterino (SLI) en forma de T que libera lentamente una pequeña cantidad de levonorgestrel. Este dispositivo reduce el crecimiento del revestimiento uterino y espesa el moco cervical. Mientras tanto, el Mirena aumenta el grosor del moco cervical para impedir que el esperma alcance el óvulo, reduce el grosor del revestimiento uterino e inhibe parcialmente la ovulación.
La médica Christa Samayoa menciona que uno de los principales riesgos al usar métodos anticonceptivos intrauterinos es la expulsión del dispositivo, es decir, que el cuerpo de la paciente no lo acepte y lo expulse. Otro riesgo es la perforación del útero, que ocurre cuando no se utiliza una buena técnica de inserción. Los efectos secundarios pueden incluir sangrados anormales durante los primeros dos o tres meses y dolor pélvico similar a los cólicos. También pueden causar infecciones vaginales, por lo que es ideal acudir a las citas de control.
Un dato interesante según Samayoa es que una paciente puede empezar a utilizar métodos anticonceptivos desde que inicia su vida sexual, y la edad límite para dejarlos dependerá del inicio de la menopausia, ya que algunas mujeres inician este proceso a los 35 años.
Mitos y realidades
Existen muchos mitos sobre los métodos anticonceptivos. No hay evidencia de que los DIUs causen cáncer de cuello uterino o sean abortivos. Tampoco perforan el útero si se colocan correctamente. Las pastillas anticonceptivas no disminuyen el deseo sexual ni causan acné; de hecho, pueden tener efectos beneficiosos en la piel.
Se rumora que la píldora y la inyección disminuyen el deseo sexual en la mujer, y que la píldora es abortiva. Según la OMS, aunque algunos anticonceptivos pueden estar relacionados con la disminución de la libido, sus efectos son limitados comparados con otros factores que pueden disminuir el apetito sexual. Las píldoras anticonceptivas tampoco aumentan el peso ni producen acné; muchos anticonceptivos hormonales tienen efectos beneficiosos en afecciones de la piel.
En la planificación familiar, los métodos anticonceptivos modernos se rigen por pilares fundamentales. Sin embargo, su efectividad depende de la consistencia en su uso y las características individuales de cada organismo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que brindar acceso a métodos anticonceptivos seguros es una responsabilidad de los Estados, garantizando así un buen estado de salud física y mental para todos.
La ginecóloga Christa Samayoa subraya que antes de elegir un método anticonceptivo moderno es indispensable realizar un estudio ginecológico, que incluye una consulta (Q150.00), un Papanicolaou (Q250.00) y un ultrasonido pélvico (Q450.00 – Q500.00).
“Una peculiaridad de los dispositivos intrauterinos es que se pueden ver por medio de un ultrasonido, lo que ayuda a verificar que el dispositivo esté en el lugar correcto. También se puede realizar un examen ginecológico para comprobar que los hilitos no se hayan movido. Esa es la mejor forma de asegurar que un método es eficaz”, explica la Dra. Samayoa.
Por el contrario, si se toman pastillas, es crucial ser puntual con las dosis. Si se olvida una dosis, se consumen bebidas alcohólicas o se toman antibióticos, la eficacia disminuye. Asimismo, si se utiliza la inyección y no se coloca en la fecha indicada, puede dejar de ser funcional.
Samayoa destaca la importancia de la educación sexual en el uso de métodos anticonceptivos modernos, ya que permite elegir el método ideal para cada organismo. No es lo mismo comprar un anticonceptivo en la farmacia sin saber cómo usarlo, en qué momento es efectivo o si existe alguna enfermedad que impida su uso. Estas dudas solo pueden ser resueltas por un profesional.