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La lucha de las mujeres por la paridad en la política guatemalteca

Imagina un escenario político donde hombres y mujeres comparten equitativamente las responsabilidades y decisiones que moldean el futuro del país. Este sueño podría convertirse en realidad gracias a la propuesta de varias legisladoras que desde la legislatura anterior impulsan una iniciativa revolucionaria. Conoce cómo este cambio transformador podría redefinir la política guatemalteca y abrir nuevas puertas para las mujeres en todo el país.

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Diputadas al Congreso de la República, en marzo de 2021, durante la conferencia de prensa en la que anunciaron la presentación de la iniciativa de ley / Archivo

La Ley de Paridad en Guatemala representa un avance significativo hacia la igualdad de género y la justicia social en el país. Esta legislación busca asegurar una representación equitativa de mujeres y hombres en los espacios de toma de decisiones, particularmente en el ámbito político.

La iniciativa de ley de paridad fue presentada el 16 de marzo de 2021 por las diputadas Andrea Villagrán, Evelyn Morataya, Sonia Gutiérrez, Lorena Teo, Karina Paz, Marleni Matías, Merana Oliva, Petrona Mejía, Vicenta Jerónima, la exdiputada Ligia Hernández y el diputado Eduardo Zarichson. En esa ocasión, Villagrán señaló que solo 11 mujeres son alcaldesas entre los 340 municipios a nivel nacional. Mientras tanto, de los 160 congresistas, solo 31 son mujeres, y de estas, solo tres son mujeres indígenas. Además, siete mujeres presiden comisiones dentro del Legislativo, en comparación con 29 presididas por hombres.

La iniciativa busca garantizar la paridad, alternancia e inclusión de los pueblos indígenas en los cargos de elección popular. Andrea Villagrán ha destacado a través de sus redes sociales que el orden de designación a cargos de elección popular debe alternarse entre hombres y mujeres. De esta manera, si una casilla se le otorga a una mujer, la siguiente deberá ser para un hombre, y viceversa, asegurando una participación igualitaria tanto en número como en casillas, en un 50 por ciento.

El 21 de mayo de 2024, la diputada Villagrán llevó a cabo una reunión con mujeres para trabajar en la iniciativa de ley de paridad y en la reforma de la Ley Electoral y de Partidos Políticos. En esta reunión, se propuso implementar un financiamiento exclusivo para las candidaturas de mujeres y sanciones para los partidos políticos que no incluyan mujeres en sus candidaturas.

Ayala: “El machismo es una expresión de la discriminación de la sociedad patriarcal. El machismo no sería un gran problema sin la visión patriarcal en la que se construye la sociedad”

La socióloga Andrea Rodríguez, integrante del movimiento feminista, explicó que la paridad no existe en la política guatemalteca y debería ser posicionada como una necesidad. Esto brindaría mayor oportunidad a las mujeres de participar en política y permitiría a las ciudadanas presentar sus demandas a mujeres en cargos públicos. “Es más probable que podamos compartir nuestras necesidades con otras mujeres”, señaló.“El machismo es una expresión de la discriminación de la sociedad patriarcal. El machismo no sería un gran problema sin la visión patriarcal en la que se construye la sociedad”, señaló Ayala.La socióloga Andrea Rodríguez, integrante del movimiento feminista, explicó que la paridad no existe en la política guatemalteca y debería ser posicionada como una necesidad. Esto brindaría mayor oportunidad a las mujeres de participar en política y permitiría a las ciudadanas presentar sus demandas a mujeres en cargos públicos. “Es más probable que podamos compartir nuestras necesidades con otras mujeres”, señaló.

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La experta enfatizó que, si la ley de paridad es aprobada, cambiaría radicalmente la política en Guatemala, obligando al Estado a proporcionar mayor representatividad a las mujeres. Además, la iniciativa podría transformar el lenguaje sexista en la política y enfocar las prioridades del gobierno en las necesidades de las mujeres. “Con más mujeres en diferentes cargos, no pasaría como el último caso en el Ministerio de Comunicaciones, en el caso de trata de personas. Creo que las mujeres somos mucho menos propensas a promover la mercantilización de los cuerpos de otras mujeres”, explicó.

Rodríguez también señaló varios obstáculos para la participación de mujeres en la política, destacando la violencia política que desincentiva a las mujeres a participar debido a burlas, exposición de su vida privada y valoraciones basadas en su físico. Otro obstáculo es la economía de cuidados que recae en las mujeres, especialmente en las comunidades indígenas, lo cual limita su participación en política.

El machismo desempeña un papel crucial en la sociedad, a menudo impidiendo la equidad de género. Rodríguez mencionó a Alejandro Giammattei como un ejemplo de líder que ha buscado restringir las libertades de las mujeres. “Él impulsó la Ley para Proteger la Vida y la Familia, articulada para que Guatemala fuera capital provida, con discursos conservadores que nos limitan cada vez más en nuestros derechos”, enfatizó Rodríguez.

La antropóloga Andina Ayala, egresada de la Universidad de San Carlos de Guatemala, explicó el surgimiento y la repercusión del machismo en la sociedad y en el ámbito político. A lo largo de la historia, la visión del hombre ha construido las diferentes sociedades, otorgándoles espacios de poder, decisión y autoridad. “El machismo es una expresión de la discriminación de la sociedad patriarcal. El machismo no sería un gran problema sin la visión patriarcal en la que se construye la sociedad”, señaló Ayala.

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Ayala destacó que las expresiones machistas más comunes y perjudiciales son la negación de las mujeres, la violencia contra ellas y la imposición de roles específicos en la sociedad. Aunque el machismo ha disminuido, mientras no haya una disposición política y estructural para eliminar la sociedad patriarcal, el machismo persistirá.

Actualmente, existe una gran diferencia en la forma en que hombres y mujeres abordan la política, debido a sus distintas problemáticas. Ayala subrayó que un hombre no comprende completamente las experiencias de ser madre, por lo que leyes relacionadas con esta experiencia pueden ser mejor entendidas y desarrolladas por mujeres. “Se debe romper el rol predestinado de la mujer, que es estar recluida al ámbito privado y a los cuidados”, dijo Ayala.

La antropóloga también explicó que la educación y la iglesia, con su ideología conservadora, han afectado significativamente el ámbito político y social al continuar reafirmando los roles de género desiguales. Por ello, es crucial identificar y desafiar las fuentes de pensamiento y comunicación que refuerzan estos valores culturales, promoviendo una lucha constante contra el conservadurismo para romper los roles de género.

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