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Cómo combatir el calentamiento global desde casa
El cambio climático es una realidad que nos afecta a todos, y cada uno de nosotros puede tomar medidas para mitigarlo.
El cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo en las temperaturas y los patrones climáticos. Si bien estos cambios pueden ser naturales, desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, lo que produce gases que atrapan el calor.
Para colaborar en la lucha contra el calentamiento global, todos podemos realizar acciones como consumir menos, reutilizar, reparar y reciclar.
Alejandra Salguero, del Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (IARNA) de la Universidad Rafael Landívar, explica que se deben realizar prácticas de adaptación al cambio climático y fomentar acciones que contribuyan a reducir los gases de efecto invernadero que tienen un impacto cada vez mayor en el día a día. Por ejemplo, indica, “prácticas de adaptación, protección y conservación de suelos, así como la protección y conservación del agua y los bosques”.
Los daños que está causando el calentamiento global son, en algunos casos, irreversibles, añade. “El hielo perdido de los glaciares y el aumento del nivel del mar están teniendo consecuencias desastrosas en las zonas costeras, donde vive casi el 40% de la población humana. Además, existe una migración silenciosa y global de especies hacia los polos o hacia las montañas en busca del clima que han perdido”.
El “efecto invernadero” es el calentamiento que se produce cuando ciertos gases de la atmósfera de la Tierra retienen el calor. Estos gases dejan pasar la luz, pero mantienen el calor, similar a las paredes de cristal de un invernadero.
Según la Organización Meteorológica Mundial, hay un 47% de probabilidades de que la temperatura media mundial durante el quinquenio 2024-2028 supere en 1,5 °C la de la era preindustrial, frente al 32% del informe del año pasado para el periodo 2023-2027.
Reducir nuestra huella de carbono
Ahorrar energía en casa es un buen comienzo. Gran parte de nuestra electricidad y calefacción funciona con carbón, petróleo y gas. Utilizar menos energía reduciendo la calefacción y el aire acondicionado, cambiar las bombillas a LED y usar electrodomésticos de bajo consumo son algunas medidas efectivas. Lavar la ropa con agua fría y secarla al aire libre también ayuda.
Desplazarse en transporte público, bicicleta o caminar siempre que sea posible es otra forma de reducir nuestra huella de carbono. Las carreteras están saturadas de vehículos que usan diésel o gasolina. Caminar o ir en bicicleta no solo reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también es beneficioso para la salud. Para distancias largas, considera viajar en transporte público y compartir el vehículo siempre que sea posible.
1. Consumir productos locales y de temporada.
2. Limitar el consumo de carne, especialmente de carne de vacuno.
3. Consumir pescado obtenido mediante pesca sostenible.
4. Consumir más verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, y menos carne y productos lácteos. La producción de alimentos de origen vegetal suele generar menos emisiones de gases de efecto invernadero y requiere menos energía, tierra y agua.
José Manuel Gutiérrez, director del Instituto de Física de Cantabria (CSIC-UC), destaca que el calentamiento global antropogénico ha seguido aumentando a un «ritmo sin precedentes» desde la última gran evaluación del sistema climático publicada hace dos años.
Utilizar productos biodegradables, reducir la deforestación, reciclar y separar la basura (orgánica, vidrio, cartón, plásticos y residuos tóxicos) son acciones esenciales.
Para estar más informados sobre las medidas para colaborar en la lucha contra el calentamiento global, podemos seguir las sugerencias de las Naciones Unidas en su página web.