Nacionales
Una propuesta para integrar la astronomía en la educación guatemalteca
Melissa Solares, una destacada educadora guatemalteca, está proponiendo una iniciativa que podría revolucionar la educación en Guatemala: la inclusión de la astronomía en el Currículo Nacional Base (CNB). Como Coordinadora Nacional de Educación Astronómica y profesora, Solares argumenta que la astronomía puede desempeñar un papel crucial en la mejora de la educación científica en el país.
La astronomía es una ciencia interdisciplinaria que conecta diversas disciplinas como matemáticas, física, química, historia, filosofía y antropología. «Cuando se tiene a la astronomía como parte de la enseñanza inicial, se le pierde el miedo a la ciencia», afirma Melissa Solares, experta en el estudio y enseñanza de esa ciencia.
En un país donde la resistencia hacia las ciencias es alta debido a experiencias educativas previas, la astronomía puede despertar la curiosidad y el interés de los estudiantes desde una edad temprana, facilitando el aprendizaje de conceptos complejos de manera atractiva y accesible.
«La astronomía intenta responder a preguntas fundamentales como ‘¿Por qué estamos acá? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos?’ mediante el estudio del universo y nuestro lugar en él», explica Solares. Este enfoque holístico y ecléctico de la astronomía puede brindar recursos intelectuales valiosos a la educación primaria y básica, propiciando el desarrollo científico en el país.
Melissa Solares es licenciada en Educación por la Universidad del Valle de Guatemala, con un profesorado en la enseñanza de Matemáticas y Física, y actual representante nacional de la Oficina de Astronomía por la Educación (OAE, siglas en inglés).
La propuesta de Solares no es solo teórica. Países como Finlandia y Australia han integrado la astronomía en sus currículos escolares, resultando en un aumento significativo en la calidad educativa y en el interés por las ciencias entre los estudiantes. En Finlandia, la inclusión de la astronomía ha sido parte de un enfoque más amplio para modernizar su sistema educativo, conocido por ser uno de los mejores del mundo. La integración de la astronomía no solo ha mejorado las habilidades científicas de los estudiantes, sino que también ha promovido una comprensión más profunda del mundo que los rodea.
El Currículo Nacional Base (CNB) establece las materias obligatorias que deben impartirse en las escuelas, con el objetivo de garantizar una educación de calidad. Actualmente, el currículo incluye disciplinas como matemáticas, química y ciencias sociales, consideradas esenciales para la formación básica. Sin embargo, el CNB no es estático; ha cambiado con el tiempo para adaptarse a las necesidades educativas del país. Un ejemplo reciente es la inclusión de la enseñanza de los idiomas mayas en 2016, que promueve la educación bilingüe e intercultural.
En Guatemala, donde la tasa de desnutrición es alta y afecta las capacidades cognitivas de los niños, la astronomía podría ofrecer una nueva forma de enseñanza que no requiere grandes inversiones en tecnología. «Solo se necesita de un cielo despejado y de maestros que sepan cómo incorporar herramientas y recursos didácticos que no necesitan de presupuesto», explica Solares. Esto es especialmente relevante para las áreas rurales, donde los recursos educativos son limitados pero el cielo nocturno está libre de la contaminación lumínica de las ciudades.
Solares subraya que Guatemala cuenta con una rica tradición astronómica que data de la época de los mayas, quienes eran grandes observadores del cielo. «No se necesita un presupuesto elevado para enseñar astronomía. Con un palo y un pedazo de tierra se puede hacer un reloj solar y explicar conceptos básicos del movimiento del sol y la inclinación del eje de la tierra», comenta. Esta simplicidad hace que la astronomía sea accesible para todas las regiones del país, independientemente de sus recursos económicos.
Solares ha implementado proyectos piloto en colegios privados como el Colegio Americano, donde la astronomía se ofreció como un curso electivo. «El primer año se inscribieron 75 estudiantes, lo que muestra un gran interés», comenta. Además, ha trabajado con estudiantes de institutos públicos, observando un entusiasmo aún mayor por aprender sobre el universo. «Dos niñas lloraron el último día porque ya no iban a aprender de estrellas todos los jueves», recuerda.
Melissa también destaca la importancia de formar a los profesores en astronomía para garantizar una enseñanza de calidad. «La forma en cómo se explica es lo más importante. No puedes hablar de astronomía sin mencionar a las otras ciencias», afirma. Esta formación permitirá que los docentes integren efectivamente la astronomía en sus clases, utilizando recursos didácticos simples pero efectivos.
La astronomía no solo tiene un valor científico, sino también cultural. «Estoy trabajando con Sergio Montúfar, uno de los grandes promotores de la astronomía cultural en Guatemala, específicamente por eso, porque él está tratando de hacer entender o remarcar la importancia que tiene ese legado en Guatemala». comenta Solares. «Tenemos estructuras mayas como el Templo IV en Tikal, que está alineado con eventos astronómicos como los solsticios y equinoccios. Este legado cultural puede ser una herramienta educativa poderosa para conectar a los estudiantes con su historia y herencia».
La propuesta de Melissa Solares para integrar la astronomía en el CNB tiene el potencial de transformar la educación en Guatemala. Al ofrecer una ciencia integradora y accesible, la astronomía puede despertar la curiosidad científica, fomentar el pensamiento crítico y contribuir al desarrollo de futuros científicos en el país. «Es una forma positiva de promover la ciencia», concluye Solares. La implementación de esta propuesta podría ser un paso significativo hacia una educación de calidad y un futuro científico más prometedor para Guatemala.
Integrar la astronomía en el CNB no solo mejoraría la calidad educativa, sino que también prepararía a los estudiantes para enfrentar los desafíos del siglo XXI con una mentalidad científica y analítica. Esto es especialmente relevante en un país como Guatemala, que necesita urgentemente más científicos e investigadores para abordar problemas locales y globales.