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IA y educación superior: ¿Revolución o deshumanización?
La inteligencia artificial (IA) está irrumpiendo en diversos campos, y la educación superior no es la excepción. Desde aulas virtuales hasta asistentes de escritura, la IA promete transformar la manera en que aprendemos y enseñamos. Este reportaje explora las perspectivas de docentes y estudiantes sobre el impacto de la IA en la educación universitaria, destacando tanto sus beneficios como los desafíos que presenta.
Magda Mendizábal, profesora de matemáticas en la Universidad del Valle de Guatemala, ha sido catedrática por dos décadas. Mendizábal ha adoptado la IA en su enseñanza, utilizando herramientas que ayudan a redactar y revisar enunciados de problemas matemáticos. «He utilizado IA principalmente para ayudar a redactar y revisar enunciados de problemas matemáticos, asegurándome de que sean claros para mis estudiantes», comenta.
Sin embargo, también advierte sobre las desventajas: «La principal desventaja es la posible deshumanización del proceso educativo. Los estudiantes pueden perder habilidades importantes como la empatía, el pensamiento crítico y la capacidad de trabajar en equipo». Su preocupación refleja una visión integral de la educación, que debe incluir tanto conocimientos técnicos como valores humanos esenciales.
Para complementar la visión de Mendizábal realizamos una encuesta a estudiantes universitarios de diversas universidades del país. Los resultados muestran un panorama mixto:
Familiaridad y uso de IA: La mayoría de los encuestados está familiarizada con la IA y muchos utilizan herramientas como asistentes de escritura y corrección de textos.
Calidad de enseñanza: Las opiniones están divididas sobre si el uso de IA por parte de los profesores mejora la calidad de la enseñanza. El 61% de los encuestados afirma que la IA puede mejorar la calidad de la educación, y el 66% indica que el uso de la IA les ha ayudado a mejorar su rendimiento académico.
Integración en el sistema educativo: La mayoría de los encuestados, con un 61%, cree que la IA debería integrarse más en el sistema educativo universitario.
Un comentario destacado de los estudiantes fue: «Depender mucho de la IA solo causa deficiencias en el aprendizaje. Es útil, pero no puede reemplazar el esfuerzo personal y la interacción humana». Otros señalaron la necesidad de evaluar la información proporcionada por la IA para asegurar su precisión.
La Brecha del Acceso
Mendizábal reveló un problema crítico: el acceso desigual a la IA. «Para utilizar la IA se necesita electricidad, un dispositivo y conexión a Internet. Estas condiciones no siempre están disponibles para todos, especialmente en áreas rurales», explica. Esta brecha digital podría exacerbar las desigualdades educativas, dejando atrás a aquellos que no tienen acceso a la tecnología necesaria.
La docente está convencida de que la IA ha llegado para quedarse. «La IA seguirá desarrollándose, pero es importante guiar a los estudiantes en su uso adecuado para maximizar sus beneficios y minimizar sus desventajas», concluye. Su experiencia nos recuerda que, aunque la tecnología puede ser una herramienta con gran utilidad en la educación, la intervención y la interacción humana siguen siendo insustituibles.
Las aulas virtuales impulsadas por IA permiten a los profesores personalizar la enseñanza según las necesidades individuales de los estudiantes. Estas plataformas pueden analizar el desempeño de los estudiantes y sugerir recursos adicionales para aquellos que están luchando con ciertos conceptos. Además, los asistentes de escritura, como los utilizados por la profesora Mendizábal, ayudan a los estudiantes a mejorar sus habilidades de redacción mediante la retroalimentación instantánea.
Los estudiantes que participaron en la encuesta confirmaron que la IA ha tenido un impacto positivo en su aprendizaje. Muchos destacaron la conveniencia de las herramientas de IA para la corrección automática de textos y la ayuda con la investigación. Sin embargo, también subrayaron la importancia de no depender exclusivamente de la IA y continuar desarrollando habilidades críticas como la investigación independiente y el pensamiento analítico.
Desafíos éticos
Aunque la IA ofrece muchas ventajas, también plantea desafíos significativos. La deshumanización del proceso educativo es una preocupación real, ya que el aprendizaje es más efectivo cuando incluye interacciones humanas significativas. Además, la equidad en el acceso a las tecnologías de IA es fundamental para evitar que las desigualdades educativas se amplíen.
La profesora Mendizábal enfatiza que la educación debe equilibrar el uso de la tecnología con la enseñanza de valores humanos esenciales. La empatía, el trabajo en equipo y el pensamiento crítico no deben perderse en el camino hacia una educación más tecnificada.
Para que la IA beneficie a todos los estudiantes, es crucial abordar la brecha digital. Las instituciones educativas y los gobiernos deben trabajar juntos para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a las herramientas tecnológicas necesarias. Esto incluye inversiones en infraestructura, como el acceso a Internet de alta velocidad en áreas rurales, y la provisión de dispositivos a estudiantes que no pueden permitírselos.
Mendizábal ve un futuro en el que la IA juega un papel central en la educación, pero siempre bajo la guía de educadores comprometidos. «La tecnología puede ser una herramienta poderosa, pero necesitamos asegurarnos de que se utilice de manera que complemente y no reemplace la interacción humana», afirma.
La inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar la educación superior, mejorando tanto la enseñanza como el aprendizaje. Sin embargo, es esencial implementar estas tecnologías de manera inclusiva y ética, garantizando que todos los estudiantes puedan beneficiarse de sus ventajas sin sacrificar la calidad y humanidad del proceso educativo. La visión y experiencia de educadores como Magda Mendizábal son cruciales para navegar este nuevo panorama educativo y asegurar que la IA contribuya a un futuro mejor para todos los estudiantes.